En este día especial, mi querido hijo,
celebramos tu vida, tu luz, tu brillo,
me siento feliz de estar a tu lado,
y mi corazón rebosa de amor, iluminado.
Por tu cumpleaños, te deseo lo mejor,
le pido a Dios que me dé vida y fervor,
para acompañarte y verte crecer.
Deseo ser tu guía, tu ejemplo, tu querer.
Quiero enseñarte todo lo que sé,
prepararte para el mundo, para el quehacer,
que seas un hombre independiente y valiente,
un hombre que en cada paso encuentre su oriente.
Hijo amado, recuerda siempre,
eres libre como el viento, como la corriente,
nada ni nadie puede retenerte.
Dios te dio libertad para verte crecer, para quererte.
En este mundo, donde el mal se cierne,
le ruego a Dios que te de fuerza, que no desfallezcas,
que te dé sabiduría para enfrentar la vida,
como un hombre esforzado, y con mentalidad decidida.
Que seas respetuoso de Dios, de su ley,
que crezcas en la fe, en la esperanza en el gran rey,
mi deseo es acompañarte siempre, mi hijo,
en cada paso, en cada sueño, en cada camino.
Feliz cumpleaños, amado hijito mío,
tu luz ilumina mi vida, mi destino, y en cada latido,
en cada suspiro, mi amor por ti, mi querido hijito.
Eres mi fuerza y motivación.
Por: Gerson Vega
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