Cuanto quisiera que te enamoren mis canciones.
Y más que mis palabras, te enamoren mis acciones.
Y aunque por mi físico, tu no te emociones,
cuanto quisiera que Dios escuche nis oraciones.
Cuanto quisiera ser el que cure tus aflicciones.
Y estar siempre a tu lado en todas las ocasiones.
Cuanto quisiera que tus brazos sean mis prisiones.
En tus brazos me sentiría realizado. En tus brazos quiero tomar mis vacaciones.
Contigo el invierno seria verano, el otoño primavera.
Pues tu tienes el poder para cambiar las estaciones.
Quiero recordarte que siempre, serás la dueña de mis composiciones.
Siempre le pediré a Dios, que te llene de bendiciones.
© Por: Gerson Vega
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